Cuando la señora Savanna Siren recibió un mensaje de texto de su amante diciéndole que se despediba, se apresuró y se coló en su casa para intentar hacerle cambiar de opinión cabalgando su polla.
Cuando mi sensual hijastra se inclinó para recoger un plato, pude ver a través de sus pantalones, sus nalgas bien formadas y turgentes, lo que me excitó para follármela en el borde de la cama.